John Feeney, Especial para la BBC
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7866000/7866283.stm
El crecimiento descontrolado de la población podría hacer peligrar los esfuerzos por salvar el planeta.
Ese es el argumento esgrimido por los proponentes de la campaña Global Population Speakout, una convocatoria para que 100 personalidades de 19 países del mundo hablen del tema públicamente durante todo el mes de febrero.
Desde Boulder, Colorado, Estados Unidos, el experto en temas ecológicos John Feeney escribió una columna para la BBC en la que opina que los defensores del medioambiente no deben amilanarse a la hora de plantear el control poblacional como un requisito para restablecer el equilibrio ecológico.
BBC Mundo invita a los lectores al final del artículo a escribir su opinión sobre uno de los temas más polémicos dentro del debate por un planeta sustentable.
"Se trata del gran tabú del ambientalismo: el tamaño y el crecimiento de la población humana.
Cifras de la ONU indican que la población mundial supera los 6.000 millones.Esto tiene un impacto profundo sobre toda la vida en la Tierra. Sin embargo durante décadas ha estado notoriamente ausente del debate público.
La mayoría de los científicos que se dedican a estudiar la naturaleza están de acuerdo en que nuestro crecimiento demográfico y nuestro impacto descontrolado sobre el ambiente natural nos están llevando inexorablemente hacia calamidades de magnitudes impensables.
Están de acuerdo en la necesidad urgente de abordar el tema poblacional.
Sin embargo muchos ambientalistas evitan el tema, algunos objetan enérgicamente cualquier enfoque sobre cifras poblacionales.
Algunos activistas insisten en que actuar para influir sobre el crecimiento de la población infringe sobre los derechos humanos y sostienen que más vale no tocar en el tema.
Concepto confuso
Descartemos ese concepto confuso desde ya.
Sí, ha habido abusos en el pasado en nombre del "control poblacional".
Igualmente ha habido abusos en la atención médica y la educación, pero resulta absurda la idea de reaccionar ante eso con el abandono de esas causas.
Podemos aprender de los abusos del pasado y reducir la probabilidad de nuevos problemas en el futuro.
De hecho, quienes trabajan con temas poblacionales ya han dado ese paso. Hoy en día reconocen que los métodos de control para reducir el crecimiento poblacional que mejores resultados han dado por definición son respetuosos y promueven los derechos humanos.
Estos incluyen la educación de niñas y mujeres en países en desarrollo para darles mayor poder de decisión.
Más opciones
Esto se puede lograr dando más opciones, utilizando estrategias mediáticas para concientizarlas de las alternativas en torno al tamaño de la familia y la planificación familiar.
Nuestro impacto descontrolado sobre el ambiente natural nos está llevando inexorablemente hacia calamidades de magnitudes impensables.
El crecimiento población apunta hacia un cataclismo potencial, según John Feeney.Quienes se oponen a hablar de la población mundial obstruyen el suministro de esos servicios y recursos.
Fundamentalmente hace falta plantear cuál es la mayor amenaza al bienestar humano: ¿la posibilidad de pueda haber abusos en los esfuerzos humanos por controlar el crecimiento de la población o nuestra falta de acción para impedir que cientos de millones, o inclusive miles de millones, mueran a consecuencia de un colapso ecológico mundial?
No es una posibilidad tan alejada. Los científicos que estudian el medioambiente cada vez más insisten en que hemos superado la capacidad de la Tierra de mantenernos.
Creo que tienen razón, hay pruebas por todos lados. Nuestra incapacidad de seguir con nuestro actual estilo de vida y con todos los que vivimos ahora sin causar una degradación ambiental absoluta es la verdadera definición de una superación de la capacidad de mantenernos.
Sabemos que al superarse esa capacidad viene el descenso poblacional. Como hemos aprendido de otras especies, esto se manifiesta inicialmente con un desplome.
Cataclismo potencial
Para la humanidad esto avisora un cataclismo potencial que superaría cualquier antecedente histórico.
Nuestras posibilidades de evitar semejante destino dependen de nuestra capacidad de controlar nuestros números antes de que la naturaleza lo haga por nosotros.
Las soluciones no emanan del silencio. Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la población Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la población.
No existe otra salida. Simplemente reducir el consumo per cápita no resolverá el problema.
A fin de cuentas, los niveles de consumo per capita se multiplican con el tamaño poblacional para determinar nuestro consumo global de recursos.
Basta mirar los datos del grupo Red Mundial de Huella Humana (Global Footprint Network en inglés). Ellos estiman que seguiremos sobregirados en el uso de recursos a no ser que resolvamos el tema poblacional.
Las soluciones no emanan del silencio. Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la población.
Romper tabú
Hace falta romper con ese tabú para alentar no solamente unas pocas voces, sino a todos aquellos con conocimientos relevantes para que hablen en voz alta y con frecuencia.
Muchos ahora reconocen la urgencia que se requiere para detener la degradación causada por los humanos en el medioambiente natural de la Tierra.
No existe otra salida. Simplemente reducir el consumo per cápita no resolverá el problema.
Recientemente me puse a pensar en qué pasaría si todos los científicos y todos los demás que se consideren estudiosos del tema poblacional hablaran de una sola vez.
¿Ayudaría eso a romper el tabú que ahora encadena la discusión del tema y podría acercarlo más al escenario principal?
¿Acapararía suficiente atención para este tema para generar soluciones nuevas o más amplias?
¿Podría esto permitir un exámen más profundo de nuestra problemática ecológica?
La campaña Global Population Speakout ha reunido a más de 100 voces de 19 países, todos comprometidos a hablar públicamente del tema poblacional a lo largo del mes de febrero de 2009.
Muchos ahora reconocen la urgencia que se requiere para detener la degradación causada por los humanos en el medioambiente natural de la Tierra.
¿Podemos romper un tabú que durante años ha bloqueado el camino hacia esa meta?"
Ese es el argumento esgrimido por los proponentes de la campaña Global Population Speakout, una convocatoria para que 100 personalidades de 19 países del mundo hablen del tema públicamente durante todo el mes de febrero.
Desde Boulder, Colorado, Estados Unidos, el experto en temas ecológicos John Feeney escribió una columna para la BBC en la que opina que los defensores del medioambiente no deben amilanarse a la hora de plantear el control poblacional como un requisito para restablecer el equilibrio ecológico.
BBC Mundo invita a los lectores al final del artículo a escribir su opinión sobre uno de los temas más polémicos dentro del debate por un planeta sustentable.
"Se trata del gran tabú del ambientalismo: el tamaño y el crecimiento de la población humana.
Cifras de la ONU indican que la población mundial supera los 6.000 millones.Esto tiene un impacto profundo sobre toda la vida en la Tierra. Sin embargo durante décadas ha estado notoriamente ausente del debate público.
La mayoría de los científicos que se dedican a estudiar la naturaleza están de acuerdo en que nuestro crecimiento demográfico y nuestro impacto descontrolado sobre el ambiente natural nos están llevando inexorablemente hacia calamidades de magnitudes impensables.
Están de acuerdo en la necesidad urgente de abordar el tema poblacional.
Sin embargo muchos ambientalistas evitan el tema, algunos objetan enérgicamente cualquier enfoque sobre cifras poblacionales.
Algunos activistas insisten en que actuar para influir sobre el crecimiento de la población infringe sobre los derechos humanos y sostienen que más vale no tocar en el tema.
Concepto confuso
Descartemos ese concepto confuso desde ya.
Sí, ha habido abusos en el pasado en nombre del "control poblacional".
Igualmente ha habido abusos en la atención médica y la educación, pero resulta absurda la idea de reaccionar ante eso con el abandono de esas causas.
Podemos aprender de los abusos del pasado y reducir la probabilidad de nuevos problemas en el futuro.
De hecho, quienes trabajan con temas poblacionales ya han dado ese paso. Hoy en día reconocen que los métodos de control para reducir el crecimiento poblacional que mejores resultados han dado por definición son respetuosos y promueven los derechos humanos.
Estos incluyen la educación de niñas y mujeres en países en desarrollo para darles mayor poder de decisión.
Más opciones
Esto se puede lograr dando más opciones, utilizando estrategias mediáticas para concientizarlas de las alternativas en torno al tamaño de la familia y la planificación familiar.
Nuestro impacto descontrolado sobre el ambiente natural nos está llevando inexorablemente hacia calamidades de magnitudes impensables.
El crecimiento población apunta hacia un cataclismo potencial, según John Feeney.Quienes se oponen a hablar de la población mundial obstruyen el suministro de esos servicios y recursos.
Fundamentalmente hace falta plantear cuál es la mayor amenaza al bienestar humano: ¿la posibilidad de pueda haber abusos en los esfuerzos humanos por controlar el crecimiento de la población o nuestra falta de acción para impedir que cientos de millones, o inclusive miles de millones, mueran a consecuencia de un colapso ecológico mundial?
No es una posibilidad tan alejada. Los científicos que estudian el medioambiente cada vez más insisten en que hemos superado la capacidad de la Tierra de mantenernos.
Creo que tienen razón, hay pruebas por todos lados. Nuestra incapacidad de seguir con nuestro actual estilo de vida y con todos los que vivimos ahora sin causar una degradación ambiental absoluta es la verdadera definición de una superación de la capacidad de mantenernos.
Sabemos que al superarse esa capacidad viene el descenso poblacional. Como hemos aprendido de otras especies, esto se manifiesta inicialmente con un desplome.
Cataclismo potencial
Para la humanidad esto avisora un cataclismo potencial que superaría cualquier antecedente histórico.
Nuestras posibilidades de evitar semejante destino dependen de nuestra capacidad de controlar nuestros números antes de que la naturaleza lo haga por nosotros.
Las soluciones no emanan del silencio. Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la población Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la población.
No existe otra salida. Simplemente reducir el consumo per cápita no resolverá el problema.
A fin de cuentas, los niveles de consumo per capita se multiplican con el tamaño poblacional para determinar nuestro consumo global de recursos.
Basta mirar los datos del grupo Red Mundial de Huella Humana (Global Footprint Network en inglés). Ellos estiman que seguiremos sobregirados en el uso de recursos a no ser que resolvamos el tema poblacional.
Las soluciones no emanan del silencio. Hace falta que volvamos a centrar la discusión pública en la población.
Romper tabú
Hace falta romper con ese tabú para alentar no solamente unas pocas voces, sino a todos aquellos con conocimientos relevantes para que hablen en voz alta y con frecuencia.
Muchos ahora reconocen la urgencia que se requiere para detener la degradación causada por los humanos en el medioambiente natural de la Tierra.
No existe otra salida. Simplemente reducir el consumo per cápita no resolverá el problema.
Recientemente me puse a pensar en qué pasaría si todos los científicos y todos los demás que se consideren estudiosos del tema poblacional hablaran de una sola vez.
¿Ayudaría eso a romper el tabú que ahora encadena la discusión del tema y podría acercarlo más al escenario principal?
¿Acapararía suficiente atención para este tema para generar soluciones nuevas o más amplias?
¿Podría esto permitir un exámen más profundo de nuestra problemática ecológica?
La campaña Global Population Speakout ha reunido a más de 100 voces de 19 países, todos comprometidos a hablar públicamente del tema poblacional a lo largo del mes de febrero de 2009.
Muchos ahora reconocen la urgencia que se requiere para detener la degradación causada por los humanos en el medioambiente natural de la Tierra.
¿Podemos romper un tabú que durante años ha bloqueado el camino hacia esa meta?"
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