Por: Blgo. Sandro Chávez (*)
El Día Internacional de la Diversidad Biológica es una celebración
que la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó con el propósito
de informar y concientizar a la población y a sus estados miembros sobre las
cuestiones relativas a la biodiversidad.
La diversidad biológica
es un concepto que se refiere a la diversidad de especies de plantas, animales,
hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad
genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los
paisajes o regiones donde habitan.
Pero la biodiversidad es mucho más que un término
científico. Constituye la enorme variedad de formas mediante las que se
organiza la vida. Nosotros somos biodiversidad. De la biodiversidad depende la
vida en el planeta y nuestro bienestar.
Somos unos de los diez países de mayor diversidad
biológica del mundo expresada en ecosistemas, especies y recursos genéticos muy
variados, que coexisten con pueblos originarios que han desarrollado una importante
diversidad cultural.
Tenemos 84 de las 117 zonas de vida del planeta; tenemos
el segundo lugar en diversidad de aves (1816 spp); 128 de las áreas más
importantes para la observación de aves; quinto lugar en especies de mamíferos
(515 spp); quinto lugar en especies de reptiles (418 spp); cuarto lugar en
especies de anfibios (449 spp); primer lugar en especies de peces, (2000 spp de
aguas marinas y continentales), 10% del total mundial; octavo lugar en especies
de plantas con flor, con 25000 spp; primer lugar en especies de mariposas (3532
spp); y alberga alrededor del 10% del total de orquídeas del mundo[1].
Pero así mismo,
existen varios problemas que la afectan negativamente como la Pérdida de
hábitat, sobreuso como recursos, contaminación y desplazamiento de especies
nativas por introducción de especies exóticas, etc.
Existen actividades que están impactando seriamente a los ecosistemas
donde habita nuestra gran Biodiversidad, como las actividades extractivas y
actividades ilegales como la siembra de coca, la tala de árboles y minería informal
que no cuentan con la atención adecuada para su control y en el mejor de los
casos su eliminación.
Por ejemplo, La tasa de deforestación entre 1990 y 2000 fue
aproximadamente de 150,000 ha/año representando un costo anual de casi 440
millones de soles o US$ 130 millones. Al año 2010, existían 628 360 ha. de
bosques certificados, de las cuales 246 732 ha. eran bosques manejados
comunalmente[2].
En la Amazonia, debido principalmente a la agricultura migratoria que es
uno de los factores que genera también un cambio de uso de 150 000 ha/año, se
produce una 57 millones de toneladas de CO2 equivalente[3].
Al año 2000, se estimó que la superficie de bosque amazónico remanente
era de 69 millones de ha. Más recientemente, en el periodo del 2009 al 2011, en
el país se habría deforestado aproximadamente 212 mil ha, siendo San Martín,
Loreto, Ucayali y Huánuco, las regiones con mayor tasa de deforestación[4].
La biodiversidad es el fruto del trabajo de millones de años de la
Naturaleza, por lo que su valor es incalculable e irremplazable, aunque para
algunos esto no sea importante y por el contrario promuevan actividades que la
erosionan y y muchos veces hacen que se extingan especies sin ni siquiera
hayamos podido conocerlas.
La diversidad de las especies es la garantía para el funcionamiento
correcto del sistema que forman los seres vivos junto con el ambiente en el que
viven y al que contribuyen para su supervivencia. La biodiversidad no sólo es
significativa para los seres humanos, sino que es esencial para la vida del
Planeta, y por ello, debemos conservarla para nuestras actuales generaciones y
para las generaciones que vienen en el futuro.
(*) Biólogo, Decano Nacional del Colegio de Biólogos del Perú.
[4] Fuente MINAM,
aún en proceso de validación. “Memoria Técnica de la Cuantificación de los
cambios de Cobertura de Bosque a No Bosque por Deforestación en el Ámbito de la
Amazonía Peruana, Periodo 2009-2010-2011”, Dirección General de Ordenamiento
Territorial, Enero 2013. Informe no publicado.
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