miércoles, 22 de abril de 2015

Carta a la Pachamama

Por: Blgo. Sandro Chávez (*)


Mi amada Pachamama:

Hoy en un nuevo momento en que algunos celebran tu aniversario, otros como yo queremos pedirte perdón por todos los estropicios y vejámenes que los seres humanos te hemos provocado, muchas veces con ventaja y alevosía como dicen los abogados.

No es que ahora no queramos entender lo que sucede, amada Pachamama, la gran mayoría sabemos lo que pasa, pero la mayoría aún no quiere cambiar su forma de vivir, prefieren verte deteriorándote, quizás agónica antes que de dejarte como Dios te creo, plena, natural, hermosa y prodiga con todos los que alguna vez te habitaron.

Nuestros hermanos menores, la fauna, sufre contigo querida madre, pasaron de ser los hermosos seres que compartían tus ecosistemas sin depredarlos, solo tomando lo que necesitaban para ser ahora reducidos a estrechos territorios casi al borde de la extinción y mientras tanto muchos de ellos sometidos al sufrimiento en su penoso traslado a las ciudades donde finalmente terminan sus sufridas vidas sin la oportunidad de regresar a sus hábitats que de pronto dejaran de existir.

Nuestros bosques, apreciada madre, se van diluyendo en la insaciable búsqueda de recursos para convertirlos en dinero que solo aprovechan unos cuantos mientras miles de seres humanos sufre de pobreza y hambre, convirtiendo frondosos ecosistemas en ciudades, campos de cultivos transitorios o simplemente en desiertos.

Perdón querida Madre, por contaminarte, por reducir tu belleza de paisajes, por maltratar a tu fauna, por no querer reestablecer nuestra relación armoniosa que hace miles de años nos ofreciste y que en algún momento abandonamos.

Permíteme junto a miles, quizás millones de seres humanos reivindicarnos contigo, con tu amor, con tu belleza, con tu paciencia de madre que ha perdonado hasta ahora nuestras necedades y permítenos una vez más comprometernos contigo y con todos los seres que te habitan a seguir luchando por salvarte y ojala podamos llegar a ese momento en el cual nuestro reencuentro sea de paz, equilibrio y sostenibilidad.

(*) Biólogo, Past Decano Nacional CBP, 



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