Por: Blgo. Sandro Chávez
Luego de la tremenda reacción, muy justificada por supuesto, que causo el articulo del Presidente sobre el síndrome del perro del hortelano, nos queda claro que dicho síndrome esta alojado en Palacio de Gobierno, pues lamentablemente, no se sabe si por pésimo asesoramiento o errada visión de lo que ocurre en el País, el Presidente ha optado por buscar culpables a los grandes problemas ambientales que tenemos en nuestra patria en aquellos que por diversas razones piensan diferente a el y de sus aliados de turno que hoy claman sin contemplaciones un País en venta total, con reglas de juego flexibles y con las mas increíbles exoneraciones tributarias que ningún beneficio le traen al Perú.
Quizás, el Presidente García mas que ensayar una critica a todos los ambientalistas y defensores de nuestros recursos naturales, debería intentar realizar una verdadera autocritica de lo que en materia de responsabilidad ambiental le corresponde a su gobierno, pues quien Gobierna el Perú y tiene la mayoría relativa en el Congreso de la República es su partido y no aquellos que con sus opiniones y demandas no tienen mayor injerencias en las decisiones políticas y por tanto es un error seguir insistiendo en descalificaciones insulsas y amenazas innecesarias que nada bueno les traen a su Gobierno y al país.
Las casi 8 millones de hectáreas deforestadas son consecuencia de la ausencia y/o pésimas políticas implementadas en las últimas décadas por parte de los diferentes gobiernos que solo han visto en la amazonia y en nuestro Bosques un lugar sin mayor valor, dejando su manejo al mejor postor o al libre albedrio, donde la agricultura migratoria (en especial la producción de coca ilegal) y la tala ilegal se desarrollaron sin mayor control y cuidado.
Gran parte de la revaloración e interés de la importancia de nuestra amazonia se debe en gran medida a sociedad civil y entre ellos a las Organizaciones No Gubernamentales que con pocos recursos apostaron por dar un nuevo valor a nuestros Bosque y hacernos entender que ellos tenían mas que madera y suelo, es decir albergaban una gran biodiversidad que bien gestionada darán mas beneficios de los que hasta hoy nos han dado las malas políticas de gobierno.
Las concesiones forestales han tenido muchos problemas no por responsabilidad de del sistema en si misma, sino por el deficiente desempeño que ha tenido el INRENA y que lamentablemente ha generado que mas de un mal concesionario haga uso indebido de su concesión, incumpliendo con sus obligaciones contractuales.
Lo cierto, como dice el Dr. Manuel pulgar Vidal, el Estado olvida que su gobierno se ha obligado unilateralmente con los Estados Unidos de América a través del Protocolo de Enmienda del TLC a fortalecer el régimen de concesiones forestales, es decir, el Presidente esta cuestionando lo que como país nos hemos comprometido a respetar y hacer funcionar, entonces, no es bueno seguir disparándose a los pies, mas cuando tenemos un TLC aprobado y que por tanto ya deberíamos estar generando las condiciones para hacer honor con responsabilidad y eficiencia todo lo suscrito en dicho instrumento internacional, en especial lo referido a la adenda que en materia ambiental es contundente.
Creo que el Gobierno debería iniciar un dialogo abierto y publico respecto a las nuevas condiciones institucionales y de política de estado que nuestro país necesita, a fin de no solo asumir nuestro compromiso internacional del TLC, sino para crear las condiciones de mediano y largo plazo de una gestión responsable y seria respecto al manejo de nuestro recursos naturales y de nuestro medio ambiente, en la perspectiva de ir construyendo juntos un desarrollo sostenible que permita la inversión privada responsable y un proceso de regionalización consolidado.
Es mejor que el Presidente Alan García tenga cuidado con los Síndromes, en especial con la del perro del hortelano, no vaya a ser que termine mordido por sus propios temores y fantasmas que solo ahondan innecesariamente la división entre todos lo peruanos y peruanas.
Luego de la tremenda reacción, muy justificada por supuesto, que causo el articulo del Presidente sobre el síndrome del perro del hortelano, nos queda claro que dicho síndrome esta alojado en Palacio de Gobierno, pues lamentablemente, no se sabe si por pésimo asesoramiento o errada visión de lo que ocurre en el País, el Presidente ha optado por buscar culpables a los grandes problemas ambientales que tenemos en nuestra patria en aquellos que por diversas razones piensan diferente a el y de sus aliados de turno que hoy claman sin contemplaciones un País en venta total, con reglas de juego flexibles y con las mas increíbles exoneraciones tributarias que ningún beneficio le traen al Perú.
Quizás, el Presidente García mas que ensayar una critica a todos los ambientalistas y defensores de nuestros recursos naturales, debería intentar realizar una verdadera autocritica de lo que en materia de responsabilidad ambiental le corresponde a su gobierno, pues quien Gobierna el Perú y tiene la mayoría relativa en el Congreso de la República es su partido y no aquellos que con sus opiniones y demandas no tienen mayor injerencias en las decisiones políticas y por tanto es un error seguir insistiendo en descalificaciones insulsas y amenazas innecesarias que nada bueno les traen a su Gobierno y al país.
Las casi 8 millones de hectáreas deforestadas son consecuencia de la ausencia y/o pésimas políticas implementadas en las últimas décadas por parte de los diferentes gobiernos que solo han visto en la amazonia y en nuestro Bosques un lugar sin mayor valor, dejando su manejo al mejor postor o al libre albedrio, donde la agricultura migratoria (en especial la producción de coca ilegal) y la tala ilegal se desarrollaron sin mayor control y cuidado.
Gran parte de la revaloración e interés de la importancia de nuestra amazonia se debe en gran medida a sociedad civil y entre ellos a las Organizaciones No Gubernamentales que con pocos recursos apostaron por dar un nuevo valor a nuestros Bosque y hacernos entender que ellos tenían mas que madera y suelo, es decir albergaban una gran biodiversidad que bien gestionada darán mas beneficios de los que hasta hoy nos han dado las malas políticas de gobierno.
Las concesiones forestales han tenido muchos problemas no por responsabilidad de del sistema en si misma, sino por el deficiente desempeño que ha tenido el INRENA y que lamentablemente ha generado que mas de un mal concesionario haga uso indebido de su concesión, incumpliendo con sus obligaciones contractuales.
Lo cierto, como dice el Dr. Manuel pulgar Vidal, el Estado olvida que su gobierno se ha obligado unilateralmente con los Estados Unidos de América a través del Protocolo de Enmienda del TLC a fortalecer el régimen de concesiones forestales, es decir, el Presidente esta cuestionando lo que como país nos hemos comprometido a respetar y hacer funcionar, entonces, no es bueno seguir disparándose a los pies, mas cuando tenemos un TLC aprobado y que por tanto ya deberíamos estar generando las condiciones para hacer honor con responsabilidad y eficiencia todo lo suscrito en dicho instrumento internacional, en especial lo referido a la adenda que en materia ambiental es contundente.
Creo que el Gobierno debería iniciar un dialogo abierto y publico respecto a las nuevas condiciones institucionales y de política de estado que nuestro país necesita, a fin de no solo asumir nuestro compromiso internacional del TLC, sino para crear las condiciones de mediano y largo plazo de una gestión responsable y seria respecto al manejo de nuestro recursos naturales y de nuestro medio ambiente, en la perspectiva de ir construyendo juntos un desarrollo sostenible que permita la inversión privada responsable y un proceso de regionalización consolidado.
Es mejor que el Presidente Alan García tenga cuidado con los Síndromes, en especial con la del perro del hortelano, no vaya a ser que termine mordido por sus propios temores y fantasmas que solo ahondan innecesariamente la división entre todos lo peruanos y peruanas.
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