jueves, 19 de agosto de 2010

Una vez más el Congreso de la República intenta aprobar una Ley sin consulta a los Pueblos Indígenas u Originarios

¿Consulta Previa o Mecida Seria?

Por: Sandro Chávez (*)


Hoy el Congreso de la República pondrá al debate el dictamen del proyecto de Ley de Consulta Previa enviado por la Comisión de Constitución, la cual aprobó por mayoría allanarse a las observaciones propuestas por el Ejecutivo al Proyecto original aprobado el 19 de mayo del presente año.

El asunto resulta grave, si tomamos cuenta que dicho dictamen no solo se allana a lo planteado por el ejecutivo sino que cambia sustancialmente el texto original agregando inclusive modificaciones que el Gobierno Central nunca planteo, es decir estaríamos frente a un nuevo Proyecto de ley de Consulta Previa, que valga la redundancia nunca fue consultado a los propios involucrados, osea a los Pueblos indígenas u originarios del país.

Es importante recordar, que el año pasado tras los sucesos de Bagua que fue originado por la no consulta de varios decretos ley como el 1090 (ley Forestal y fauna Silvestre) , generaron la creación de sendas mesas de diálogo entre los Pueblos indígenas y el Gobierno, en especial la Mesa 3 que tuvo a su cargo de desarrollar una propuesta sobre esta materia, llegándose a varios consensos que luego fueron recogidos por la Comisión de Pueblos Amazónicos, Andinos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología (CPAAAAE) del Congreso de la República, en un Dictamen que si recibió los aportes nuevamente de los involucrados , así como de la Defensoría del Pueblo, lográndose un dictamen muy consensuado.

Lamentablemente la Comisión de Constitución, desarrollo por su parte otro dictamen bastante controvertido en su elaboración, que por maniobra de la mayoría del Congreso y su Directiva resultó siendo la Comisión principal y por tanto la que tenia prioridad en la presentación y discusión de su dictamen, así pues luego de varios tiras y jales, se logró un Dictamen en dicha Comisión que no fue de mucho consenso, pero que a pesar de ello recogía una buena parte de lo que los Pueblos indígenas u Originarios demandaban, aprobándose finalmente el 19 de mayo en el Pleno y obviándose la promovida por la CPAAAAE, que hubiera sido lo mas adecuado.

El Ejecutivo haciendo gala de su capacidad de maniobra, esperó hasta el último momento para observarla y claro, luego la Comisión de Constitución, siempre presidida por un militante aprista con clara mayoría de sus aliados se allanó a dichas observaciones y hoy ha enviado como hemos dicho un dictamen con textos cambiados mas allá de lo propuesto por el Ejecutivo, osea, más papistas que el Papa.

Obviamente esto no es casual, hay una estrategia de fondo que busca tener una Ley que legitime la imposición de inversiones, proyectos, etc. que de hecho tiene en cartera y que bajo ninguna circunstancia garantice la opinión legitima, justa y mayoritaria de los Pueblos Indígenas u Originarios sobre lo que se puede o no hacer en sus territorios.

Por tanto, la Consulta previa, se convierte en una mecida seria si se aprobara hoy esta Ley, donde luego la opinión de los pueblos será solo un mero trámite, porque al final el Gobierno de turno hará lo que le venga en gana, so pretexto del interés nacional, pero como todos sabemos por los antecedentes, solo beneficiará a los inversionistas y autoridades gubernamentales del momento.

El Estado está obligado a implementar el derecho de consulta y hacer cumplir lo que establece el Convenio 169 de la OIT, con o sin Ley, cualquier medida implementada sin la consulta debida, no sólo se contrapone al Convenio y su rango constitucional, sino sería totalmente nulo.

Los Dirigentes indígenas y Originarios han expresado su malestar por esta situación, también representantes de la OIT y la Defensoría del Pueblo, sin embargo, pareciera que existe la consigna política de imponer la Ley, lo cual traerá consigo nuevamente un conflicto que nadie desea.

Lo sensato, lo justo, lo constitucional, es que el Congreso devuelva dicho Proyecto a las comisiones y promueva la consulta a los verdaderos involucrados y se logre así un dictamen consensuado, que garantice el respeto a la opinión de los Pueblos, sentando las bases para una reconciliación con ellos y el país, lo contrario simplemente es seguir en la ruta del desprecio y el olvido al que han estado sometidos durante cientos de años.

(*) Biólogo, Coordinador Nacional del Foro Ecológico del Perú

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