Escribe: Sandro Chávez (*)
La última declaración del Presidente Ollanta
Humala al diario el País de España y luego del Ministro del Ambiente Manuel
Pulgar Vidal hace poco al diario La República, nos traen a la memoria las
tristemente celebres palabras del ex Presidente Alan García que en su tesis del “Perro del Hortelano” no solo
ninguneaba a los Pueblos indígenas, sino que los acusaba de oponerse al “desarrollo”
(Crecimiento Económico voraz e ilimitado) que el defendía.
El Presidente
Humala a dicho en España que…“El Perú
tiene una minería moderna del siglo XXI, frente a actividades renovables arcaicas,
muy artesanales, del siglo XIX como la agricultura y la ganadería. Esta
convivencia genera tensiones que tenemos que resolver desde el Estado con
infraestructuras, servicios básicos, solucionando el estrés hídrico de estas
poblaciones”.
Estas afirmaciones encierran un sesgo inapropiado
hacia las actividades extractivas mineras que como todos sabemos en el país son
pocas aún las empresas que realmente cumplen con los estándares internacionales
de gestión ambiental y por supuesto con la corresponsabilidad social que es
vital para una buena relación entre dichas actividades y las poblaciones
locales. Es más, muy pocas asumen una actitud proactiva y voluntaria de llevar
adelante estos temas, mas allá de las obligaciones que les impone las normas
existentes.
Por ejemplo, la situación de contaminación de
muchos cuerpos de agua (Ríos, Lagos, Lagunas, Humedales, Etc.) en la actualidad
en gran parte de nuestro territorio se debe en gran parte al vertimiento relaves
tóxicos y operaciones extractivas de las actividades mineras que se realizan a
diario y no justamente por ser “una minería
moderna del siglo XXI”
Decir que “las actividades renovables arcaicas, muy artesanales, del siglo
XIX como la agricultura y la ganadería” es desconocer que
mas del 60% de los alimentos que consumimos en el Perú proviene de una
agricultura campesina y que gracias a ellos los peruanos y peruanas podemos
disfrutar de una gran biodiversidad de alimentos, que frente a la agricultura convencional
que con toda su “tecnología de siglo XXI” no ha podido resolver los problemas
de plagas, enfermedades y fertilización, muy por el contrario ha contaminado y
erosionado los suelos, y ha ido tratando de arrinconar a muchos cultivos
tradicionales para encajarnos en una canasta de alimentación reducida producto
del monocultivo y llena de agroquímicos, ¿es a eso a lo que se refería el Sr.
Presidente?.
Seria bueno que nuestro mandatario valore y
hable con orgullo como nuestra gran Biodiversidad en alianza con la agricultura
orgánica o ecológica, ha servido de base para nuestra destacada gastronomía
y que no ha necesitado de tanta “modernidad” sino que mas bien del trabajo
esforzado y valioso de miles de familias campesinas y pequeños productores que
desde hace años decidieron cambiar su agricultura convencional por una
sostenible, tomando como base la agricultura tradicional de sus ancestros.
Así mismo, El Ministro del Ambiente Manuel
Pulgar Vidal ha afirmado en una entrevista al diario La República que… “Es cierto que puede haber conflictos
emblemáticos o conflictos que escalaron. Eso sí es cierto. Pero hay que tener
en cuenta que el número de conflictos no solo no se ha incrementado, sino que
también hay proyectos nuevos que se vienen desarrollando. Yo creo que el Perú
vive una situación de conflictividad propia de países que crecen, que se
descentralizan y están discutiendo los modelos de desarrollo a seguir”.
Reducir
la situación de mayor conflictividad socioambiental en el país a un asunto de
simple de crecimiento económico, nos parece un manera muy simplista de ver el
problema, lo cual lleva a ocultar otros problemas que la producen, como la
falta de una autoridad ambiental firme y autónoma, con capacidad de actuar con
argumentos técnicos y normativos en contraposición a lo que ahora sucede con la
mayoría de casos de las actividades Mineras, donde la permisibilidad y el
arreglo entre bambalinas esta la orden
del día.
Así
mismo los mecanismos para que las poblaciones puedan ser consultadas son aun débiles,
sino veamos como se siguen produciendo las llamadas “audiencias Públicas” para
que los pueblos afectados puedan opinar sobre EIAs voluminosos y complicados a
los cuales se les impide en la practica tener asesoramiento técnico para la revisión
de dichos estudios, en verdad son una farsa avalada en la actual normativa.
La
Ley de Consulta previa aprobada el año pasado cuenta ahora con un Reglamento
seriamente cuestionado por la mayoría de los representantes de las
organizaciones indígenas y campesinas, lo cual hace muy difícil su implementación.
Y
si a todo esto le agregamos, la actitud manifiesta de un Estado proclive en
muchos momentos a la inversión de las actividades extractivas, sin mantener la
objetividad y prioridad de los verdaderos intereses nacionales y locales,
tendremos como consecuencia un situación de frustración en los pueblos que ven
la repetición de una historia llena de postergaciones y abusos que al parecer
ahora no están dispuestos a seguir tolerando.
Le
sugeriría con todo respeto al Sr. Presidente y al Ministro del Ambiente a ser
mas objetivos y no solo preocuparse por promover la inversión extranjera (que
cumpliendo con las normas y derechos de los pueblos son bienvenidas) si no que además
y quizás mas importante, es promover el
desarrollo sostenible de los pueblos, valorando su opinión y su cultura,
priorizando el mejoramiento de su calidad de vida.
(*) Biólogo, Coordinador Nacional del Foro Ecológico del Perú
No hay comentarios:
Publicar un comentario