viernes, 13 de agosto de 2010

Conflictos Socio Ambientales, una alarma que nuestros Políticos deberían escuchar

Por: Sandro Chávez (*)


Hace unos días la Defensoría del Pueblo informó en su Reporte de Conflictos Sociales Nº 77 que hasta el último mes de julio se registraron 248 conflictos sociales, de los cuales 125 eran de tipo socio ambiental, lo que representaba un 50.4 por ciento del total.

Dicho Reporte señala que de los 168 conflictos activos registrados durante este mes, el 58,3% (98 casos) corresponde a conflictos del tipo socio ambiental.

Esta información revela que existe una tendencia marcada en los últimos tiempos de las poblaciones y organizaciones sociales a reclamar frente a diversas actividades de impacto socio ambiental (Minería, Hidrocarburos, Hidroenergéticos) que pretenden ser implementadas o que están en marcha a serlo, sin la mayor consulta, mucho menos de información o estudio serio de lo que se quiere hacer.

No es que de pronto las poblaciones y organizaciones sociales se volvieron locos o se convirtieron en efusivos ecologistas, tampoco es que las “subversivas” organizaciones ambientales han logrado manipular a su antojo a la gente y los indisponen contra las actividades empresariales, ni mucho menos. Pensar así, simplemente es subvalorar la capacidad de la gente a poder pensar y tomar sus propias decisiones.

Lo que ocurre en mi modesta opinión, es que existe en las personas que habitan en nuestro País, un sentido común que les habla de la importancia de la naturaleza en su desarrollo, ellos perciben que con ríos y lagunas contaminadas no habrá agua limpia para ellos y sus actividades agrícolas; ellos perciben que sin bosques se reducirán sus posibilidades de sobrevivencia y mantenimiento de su cultura, ellos perciben que los ecosistemas en los que se ha realizado estas actividades mineras y de hidrocarburos han sufrido grandes impactos ambientales difíciles de recuperar y que las autoridades no han sido capaces de monitorear y menos de hacer justicia ante ello.

La gente percibe que los beneficios obtenidos productos de estas actividades no llegan a ellos y los únicos que al final crecen económicamente son las empresas, sus técnicos y por supuesto algunos políticos de diferente nivel que con descaro en varias oportunidades terminan defendiendo los intereses de estas empresas y no de aquellos que los eligieron para que administren transparentemente para ellos sus recursos naturales.

Con el sambenito de que solo la inversión privada lograremos un gran crecimiento económico, se quiere hasta ahora esconder tal vez lo que es más importante que ello: El bienestar de las personas y del entorno en el que viven, ello no tienen precio, sin embargo nuestro políticos intentan cada día demostrarnos que lo más importante es el dinero y por tanto la inversión privada, el resto como la vida de la mayoría de peruanos y peruanas que viven en nuestras áreas rurales, sus Bosques, sus ríos, sus cultivos, etc. deben supeditarse o sucumbir ante ellos.

¿Qué Clase de desarrollo nos están proponiendo?, ¿El crecimiento económico de algunos, sin importar la vida, la cultura de muchos que no piensan como ellos?, ¿un crecimiento económico con la perdida irreversible de nuestros ecosistemas?

Simplemente esto no es posible y los grandes impactos ambientales que hoy existen en el Planeta, a lo cual le sumamos el Cambio Climático son una prueba de ello, no hay posibilidades de tener un verdadero desarrollo si este no está acompañado de garantizar el bienestar de la gente, si este no plantea la urgencia incorporar el tema de la sostenibilidad en las diferentes actividades empresariales y de estado que se realice a fin de preservar nuestros recursos naturales y nuestro medio ambiente.

Hace poco, el Ecuador ha dado muestras de cómo si existen alternativas para lograr conseguir financiamiento para el desarrollo, al tratar de dejar 850 millones de barriles de crudo pesado en el subsuelo amazónico, o sea, no extraer más de un cuarto de las reservas de hidrocarburos de ese país, buscando así conservar la biodiversidad del parque Yasuní de 982.000 hectáreas, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1989 con la ayuda del PNUD.

Sería bueno que nuestra clase política, agregue a su agenda de trabajo la necesidad de construir propuestas de desarrollo a nivel nacional, regional y local, considerando las nuevas tendencias mundiales que muestran que si es posible hacer empresa sin contaminar, sin deforestar, sin engañar a las poblaciones locales.

La inversión privada y nuestros políticos tienen que entender que para que exista un conflicto tiene que existir dos actores y que no es posible resolverlo si solo se ningunea, sataniza y reprime a uno de ellos como son nuestras poblaciones locales que con justicia y valentía reclaman, cuando en realidad el que lo origina (empresas mineras y de hidrocarburos) tiene una responsabilidad mayor y es allí donde debería comenzarse a resolverlo, cambiando o mejorando las reglas de juego para la consulta y decisión, que sean transparentes y participativas, por supuesto pensando en que la vida y el bienestar de las personas y la conservación de sus ecosistemas están primero.

(*) Coordinador Nacional del Foro Ecológico del Perú

1 comentario:

Mel dijo...

Hola Sandro,
También creo que los gobernantes deberían limpiarse un poco los oídos para escuchar bien lo que se necesita para cuidar los recursos naturales que nos quedan, y la importancia que estos tienen en la vida de la población. Parece que nadie entendiera el impacto de algunas decisiones políticas en el medio ambiente, los ecosistemas y el ser humano.