Museo de Historia Natural en Peligro
Carta del Dr. Biólogo Victor Pulido a la Dra. Betty Millan Directora del MHN en respaldo y apoyo a la defensa del Museo.
Lima, 18 de Noviembre de 2010
Dra. Betty Millán
Directora del Museo de Historia Natural
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Muy estimada Dra. Millán:
Me dirijo a usted, como biólogo, como egresado de las aulas de San Marcos donde obtuve el título de Biólogo con mención en Zoología y el Doctorado en Ciencias Biológicas, como compañero de promoción suyo, en las dos escalas académicas mencionadas, y como hombre preocupado por la conservación de la vida y el patrimonio biológico y cultural de nuestro país, parte del cual se conserva en el glorioso Museo de Historia Natural de la Universidad de San Marcos; enterado de las últimas noticias que llegan a nuestros oídos, seguramente ciertas y por lo tanto nefastas, que duda queda, de un proyecto que busca construir una nueva edificación que albergue las oficinas de la Escuela de Post-Grado de la Universidad, en una denominada TORRE DE POSTGRADO; además de "sótanos para estacionamiento vehicular y espacios para jardines y áreas libres", en los terrenos que actualmente ocupa el Museo de Historia Natural.
Resulta curiosa por decir lo menos las oportunidades que nos da la vida. En su calidad de Directora del Museo de Historia Natural, tiene usted que asumir en estos aciagos momentos la defensa del territorio de una de las instituciones más ilustres del Perú; y no digo solo de San Marcos, porque aunque académica y administrativamente cobijado en San Marcos, el Museo de Historia Natural trasciende las fronteras de la propia Universidad, por el inmenso legado biológico y natural que conserva. Y digo, que resulta curiosa por decir lo menos las oportunidades que nos da la vida, porque es la mujer ideal, en el puesto ideal, y en el momento más difícil, para afrontar esta situación.
Yo la conozco a usted señora hace, un poco más de 37 años, y se, de su valiente, honesta y correcta trayectoria, tanto en el campo académico como en lo personal y permítame por ello, atreverme a hacer un comentario que por sí solo la enaltece, para quien como usted ha sido padre y madre para sus dos hijas y se batió sola para sacarlas adelante; solo una persona como usted, con su honestidad, tiene el valor, la integridad y el coraje para defender con elocuencia y firmeza los fueros del Museo de Historia Natural.
Pero no solo le dirijo la presente para hacerle recordar que el día, que usted asume la Dirección del Museo de Historia Natural, un nutrido grupo de compañeros de la Promoción, nos juntamos no solo para celebrar, el éxito suyo de asumir el mando de una de las instituciones más prestigiosas del país, por el incalculable valor biológico y cultural que guarda, sino que le ofrecimos estar a su lado, bregando cuando sea posible, pero infaltables cuando la situaciones se agraven y ponen en peligro la sensatez de una muy buena gestión como la suya.
No pretendo, porque no debo, y porque no soy quien, para tomar la palabra por los gigantes que han transitado por el Museo de Historia Natural, de quienes se guardan cuidadosa y esmeradamente sus colecciones de especímenes de animales y plantas, rocas y minerales, como Raimondi, Weberbauer, Tschudi, Sztolcman, Kalinowski, Soukup, Murphy, Chapmann, Weyrauch, Wille, María y Hans Koepcke, Velarde, Ortiz de la Puente, Ferreyra, Tovar v tantos otros ilustres científicos, la aristocracia intelectual de la zoología, botánica y mineralogía del Perú, que con su trabajo, sus investigaciones científicas, su dedicación y esfuerzo, han escrito las páginas de oro de la vida del Museo de Historia Natural Javier Prado. Pero también, a la pléyade de biólogos, que hoy bajo su liderazgo, siguen manteniendo en alto, con su trabajo, el nombre del Museo de Historia Natural.
Dicen que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno. Seguramente, nadie lo duda, pero la historia siempre se han encargado de mostrarnos la verdad y enseñarnos el camino correcto. Hoy esa engañosa buena intención es pretender construir una torre de aulas y oficinas para la Escuela de Post Grado de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en los predios del Museo de Historia Natural; ante ello solo podemos reaccionar con indignación y tristeza.
Con indignación, porque quien va y viene a la Ciudad Universitaria de San Marcos, sabe que hay espacio de sobra para cualquier construcción de aulas o la infraestructura que se desee. ¿Cuál es la razón entonces para elegir los terrenos del Museo de Historia Natural para construir la Escuela de Posgrado?. ¿Cuáles son las verdaderas razones ocultas para elegir construir en un terreno situado en medio de la ciudad y cuyo valor supera los millones de soles? ¿A qué millonarias razones obedece llenar de cemento el Santuario Nacional de las colecciones científicas de la diversidad biológica del Perú? ¿Qué tan lucrativo es hacer Maestrías y Doctorados en Ciencias Biológicas, que para ello se tengan que invertir millones de millones de soles en infraestructura? , ¿De dónde aparece ese inusitado e inesperado interés por el posgrado para Ciencias Biológicas, en plena avenida Arenales?. Podría llenar hojas de hojas haciendo este y otro tipo de preguntas, pero la respuesta es una sola. La pretendida construcción de la Escuela de Postgrado de Ciencias Biológicas en los terrenos del Museo de Historia Natural, no es otra cosa que el Caballo de Troya que están utilizando las autoridades de la Universidad de San Marcos para apoderarse de los terrenos del Museo de Historia Natural Javier Prado y lucrar.
Y con tristeza, porque no puede ser de otra manera, que el propio sector académico esté en contra de la conservación de las colecciones científicas del Patrimonio Biológico del Perú. Somos uno de los 10 países megadiversos del mundo y en verdad no sabemos del valor de la riqueza biológica que preservamos, porque tenemos la visión de un optómetra y no de un oftalmólogo para conservar nuestro legado biológico. Todavía los académicos tenemos mucho que aprender de la propia realidad y ser más generosos y visionarios. Allí están los cocineros, que cada día nos dan una lección de éxito, haciendo que la comida peruana sea apreciada en el mundo. Y ¿qué es la comida peruana? Pura diversidad biológica: papa, camote, chuño, quinua, oca, olluco, maíz, kiwicha, etc, etc, etc. ¿Tiene un cocinero, en el mejor sentido de la palabra, que venir a llamarnos la atención y a enseñarnos como conservar la diversidad biológica del Perú?.
Como hubiera querido, que en lugar de los correos que están circulando por todas las redes, anunciando el holocausto en el Museo, leyéramos con satisfacción que el Consejo Universitario de la Universidad de San Marcos ha destinado por fin una importante partida de varios millones de soles para remodelar la infraestructura del Museo de Historia Natural, para un Museo más moderno, con nuevos equipos para preservar las muestras, innovando la sala de exhibición con tecnología de punta, disponiendo de partidas para fomentar la investigación científica, de preocuparse por el bienestar de sus profesores y trabajadores, de tener actualizadas las suscripciones a revistas científicas indexadas e internacionalmente reconocidas.
¿Quién gana y quien pierde?. Gana con esta descabellada idea, quienes anteponiendo los intereses de la Universidad y la Nación, están hurtando sin el menor recato, el legado que pertenece a todos los peruanos y que en lugar de protegerlo, están entregándolo, a cambio de trece monedas de oro. Pierde el Museo de Historia Natural como institución y sus valiosas colecciones (25 000 especies de aves, 60 000 especies de insectos, 30 000 especies de mamíferos, 400 000 especies de peces, 30 000 especies de moluscos, 5 000 000 especies de plantas, 11 000 muestras de rocas minerales y restos fósiles); pierden las actuales y nuevas generaciones de escolares que ya no podrán apreciar, en las salas de exhibición, las especies más representativas de la flora y fauna del Perú; perdemos los propios peruanos porque nos estamos comportando como seres incivilizados, incapaces de valorar nuestro patrimonio.
Y perdemos nosotros los biólogos, sino sabemos con valentía y firmeza, oponernos a esta insana pretensión, y dejamos que unos cuantos mercantilistas de la educación superior, hagan el gran negocio que nunca pudieron hacer, y una vez culminado su mandato se vayan a sus casas, con los bolsillos llenos del dinero, obtenido por robarles la historia, el presente y la visión de futuro, a las actuales y futuras generaciones.
Y esa responsabilidad no solo está ahora en usted, Doctora Millán, no solo en los inteligentes profesores e investigadores que la acompañan, no solo en el personal administrativo y de servicio que la sigue; esa responsabilidad también está en nosotros los que hemos egresado de San Marcos y en todos aquellos que saben que una parte de la Historia del Perú, está escrita en el Museo de Historia Natural Javier Prado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Que Dios la ilumine y con su verbo, su luz ahuyente las sombras, de los que todavía dudan, de los que han sido engañados y de los que quieran rectificarse.
Un abrazo
Dr. Víctor Pulido Capurro
CBP N° 706
DNI 09399959
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